En el uso de la magia, los hechizos y las maldiciones aparecen ampliamente en todas las culturas y muy entrelazados con la naturaleza humana, tales creencias y prácticas han continuado hasta nuestros días; actualmente existen una gran cantidad de maldiciones antiguas y hechizos de protección.
La fabricación de tabletas malditas, talismanes de mal de ojo y elementos de protección se sigue realizando.
La intención de la maldición ha sido consistentemente conjurar un poder sobrenatural para infligir desgracias o castigos a un objetivo.
Una maldición, a veces llamada tambien hechizo oscuro, puede ser verbalizada, escrita o, a veces, lanzada a través de un ritual elaborado. El objetivo es ver que el receptor reciba un daño: la mala suerte puede acosarlos, la muerte puede vencerlos o cualquier cantidad de destinos terribles (o molestos) que pueden afectarlos.
En la antigüedad, una maldición era un fenómeno poderoso, a menudo visto como la ira convocada por los dioses, o la presencia de fuerzas malignas.
Hoy en día se cree que aquellos que se encuentran malditos pueden buscar la ayuda de practicantes de magia, chamanes, líderes religiosos, curanderos o hechiceros, y revertir la maldición a través de rituales contrarios u oración.
Actualmente una forma de evitar ser maldecido en primer lugar es poseer ciertos elementos de protección como bolsas protectoras con hierbas especiales de contra, talismanes, anillos del metales como el oro, la Plata o el acero, etc.
El propósito de los hechizos y las maldiciones era, y sigue siendo hoy, el objetivo de castigar o cambiar el comportamiento, evitar el desastre y controlar las acciones de otras personas.
“El ojo malvado”
El mal de ojo es una maldición muy antigua conocida en todo el mundo. Se remonta al período Paleolítico superior, y aún hoy está protegido en muchas culturas, especialmente en Oriente Medio, América Latina, África, América Central, Asia, Europa y el Mediterráneo. Este fulgor malévolo, o mirada malvada, es la causa de la suerte o las lesiones, y es una maldición que a veces se cree que se debe a los celos, a ciertos colores de los ojos, o al ser demasiado elogiosos o codiciosos.
Debido a que la creencia en el poder del mal de ojo es tan generalizada en todo el mundo, en muchos países se pueden encontrar fácilmente talismanes o amuletos diseñados para evitar la maldición.
Si bien las maldiciones y la magia parecen ser la superstición de los antiguos, hay muchos hoy en día que todavía se arman con amuletos o barreras de protección contra los efectos de las maldiciones.
Si realmente crees que estás maldito, y esa creencia es lo suficientemente poderosa, puedes sucumbir a la maldición ya sea que exista o no en la realidad.
De esta manera, tal vez las maldiciones de los tiempos antiguos siguen siendo poderosas hasta el día de hoy.
Autor: Liz Lea flour
Traduccion:Victoria Fdez.
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