Quien soy

Cuando se es hija de una indígena zenù y un “blanco”, en mi caso de Madre Indígena y padre de Origen Libanés, se nos identifica como Mestizas, como tal he crecido observando a mis abuelas, tías, primas por parte de madre en los usos y costumbres del pueblo, y se me diò la opción de reconocerme como parte del territorio a voluntad, así lo hice, ello me abrió las puertas al conocimiento interno, secreto, profundo de la cultura y el respeto a el territorio que habitaba, es entonces cuando empece a ser territorio también…

Los Zenues, en la recuperación de los usos y costumbres ancestrales (originarias) del territorio, reconocemos a nuestros mayores como Sabios, son los abuelos y abuelas los que se encargan de la enseñanza, guía y formación por medio de la transmisión oral de las tradiciones ancestrales de nuestro territorio, las nuevas generaciones aunque estamos “adaptados” a la sociedad actual y sus leyes, seguimos y aceptamos el proceso de recuperación del conocimiento ancestral como descendientes y herederos de una raza originaria acatando y adhiriendo a nosotros los saberes ancestrales y leyes de nuestro pueblo. 

Se me ha enseñado a reconocer al planeta Tierra como un ser vivo que contiene inmerso el espíritu femenino de la Madre Creadora en el momento después de su creación, por ello la llamo Madre Tierra, ella alberga diferentes clases de vida, se me enseño a observar la naturaleza y sus ciclos, a alzar mi vista al cielo a reconocer a las estrellas, a los astros y ver en ellos, a nuestros Padre/Madre creadores y cuidadores, en mi territorio, los montes, las piedras/rocas, aguas, animales son un conjunto de vida sagrada e igualitaria de la que soy parte.

 

 

En la práctica Magico-religiosa Zenù no todos nacen, sienten o son llamados a iniciarse o formarse en el Ocultismo ancestral del territorio, este es un proceso profundo guardado con celo y solo abierto a quienes reconocemos los principios femeninos y masculinos de nuestro Padre/Madre creadores, al respeto y conocimiento de la Tierra, La Naturaleza y los seres espirituales que la rigen y habitan entre muchas otras cosas.

Como Mujer Medicina Ancestral y Cetera Zenù, me rijo por la dualidad y el principio femenino, el poder de Thi (Madre Luna) sus ciclos y ritmos se reconocen inmersos en mi tanto como los ritmos y energía de la Madre Tierra, trabajo con plantas femeninas y aunque se me haya enseñado a equilibrar el poder Masculino en mí, en las Plantas, Minerales y Animales, sigo la tradición Cetera de recolectar y cargar mi cosecha con los ciclos lunares y celestes, en tiempos y momentos justos para su uso en mi Oficio.

 

Creo en el poder de los “santos vivos”, las cetas/secretos que uso, son heredados, otros me han sido transmitidos y enseñados de forma oral por los abuelos sabios.

Nuestros santos no son los comúnmente conocidos en el catolicismo, si bien mi pueblo tiene una sincretizacion con dicha religión desde la conquista, los santos católicos son reconocidos como Santos Muertos, mientras que los nuestros los reconocemos como Santos Vivos, procedentes del Mundo Superior entregados como regalo por medio de la Madre Naturaleza y sus espíritus guias, cada asentamiento tiene o no sus santos vivos, pero todos son compartidos y respetados por las demás comunidades del territorio Zenù.

La cosmovisión que tengo del Mundo como indígena la concibo formada en tres planos o capas superpuestas en forma de caracol, la primera capa es la del Mundo Superior donde habitan la Madre/Padre creadores, los espiritus de los santos vivos, la Madre Luna, El Padre Sol, las estrellas y los astros como espíritus superiores.

La segunda capa esta en la mitad y es el Mundo Medio donde habitan animales, plantas, fenómenos atmosféricos es decir lo salvaje, los seres humanos es decir lo amansado, los montes, selvas, montañas, lagunas, ríos etc con sus dueños espirituales.

La tercera capa esta debajo de la segunda capa y es el Mundo Subterraneo/Reino de la oscuridad o Inframundo, entre esta y la segunda capa hay un gran océano o gran movimiento de aguas vivas donde nacen encantos, chimpines etc, estás aguas suben al Mundo Medio por túneles subterráneos a la superficie y se ven en forma de grandes espejos en ella, son los oceanos, los mares, ríos, lagunas y ojos de agua viva, más abajo están los espíritus de los muertos por muerte mala, criminales, flojos, vagos, brujos dañinos etc, allí también habita por encima de todos el espíritu de la Tierra que trae y quita vida según la estación cíclica al Mundo Medio.

Como Mujer Medicina y Cetera Zenú uso mis conocimientos para ayudar a mi comunidad, a gentes fuera de ella, al territorio donde esté o vaya, se me enseñaron los Saberes y Yerés Sagrados y se me dio el permiso para compartirlos con otras personas, aprendí a trabajar las enfermedades calientes, las enfermedades frías, las enfermedades espirituales, las cuales sé distinguir de las enfermedades comunes y al hacerlo ayudo a sanarlas y curarlas por medio del poder de las plantas, los rezos, cetas/secretos ancestrales.

Aunque he salido de mi Territorio Ancestral y Originario, el nunca saldrá de mi, allá donde vaya guardo sus saberes y los respetare durante toda mi vida, por ello siempre seré territorio.

Todo lo que soy hoy como Mujer Medicina Tradicional Indigena y Cetera del Pueblo Zenù, lo soy por mis padres, a mi Madre por los conocimientos ancestrales que de ella herede, a mi Padre por la guía que me brindo en vida para hacerme entender cuál era mi misión de vida y por su acompañamiento aun después de su partida y, especialmente a ellos, mi gente Zenù, mi territorio, mi comunidad, mis ancestros y a sus eslabones que “soy yo” todo el honor y mis respetos.

Oleo de Alfredo Vivero.
Pintura al Oleo de Alfredo Vivero.

“Un Zenu que sale del territorio que olvida sus tradiciones y saberes y se sincretiza con el nuevo mundo es un indígena contaminado”.

©2019 Victoria Fernandez.

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