El Tambor Chamánico

La música y la danza en sus orígenes, tienen un objetivo mágico.
En la Cetera Zenù vemos a la naturaleza y todo lo que ella entiende como una manifestación de lo divino.
El deseo de imitar a la naturaleza es visto como una manera de conectar con los dioses. Este es el origen de la danza. Incluso en diferentes partes de cada cultura geográfica se ha experimentado un tipo de danza basada en la imitación de los animales y los elementos de la naturaleza.
Los chamanes en cualquier parte del mundo, agregaron a la danza el pulso del planeta a través de instrumentos de percusión. La percusión demuestra su fuerza, es reflejo con el Agua, Aire, Fuego y Tierra.
Con la danza y el tambor chamanico tratamos de obtener emociones como el valor y la compasión que debe acompañarnos para predecir el futuro a través de visiones o para lograr las sanaciónes.
El toque rítmico del tambor es un inductor para entrar en estado alterado de conciencia y, como vehículo de tránsito hacia las realidades paralelas.
Conectando mi tambor con la Ceiba Blanca Arbol sagrado (Axis Mundi) Zenu en los Montes de Maria Colombia

EL CABALLO VOLADOR

El tambor es el “caballo volador” para el chaman, su medio de comunicación y viaje con el mundo espiritual y con otros planos de existencia. Siglos atrás, este tipo de tambor se encontraba por todas partes del planeta. Druidas y curanderos de Europa, chamanes y sacerdotes de Asia y Mongoli, Hombres-Medicina de América del Sur y del Norte usaban y siguen usando este instrumento en ceremonias para conectar con lo que es más grande que uno-mismo.

La música tribal siempre es de gran ayuda para aliviar los problemas de estrés y nerviosismo y como introductora a estados alterados de conciencia. Dentro de este género musical, los instrumentos musicales de percusión, adquieren un papel protagonista. Los diversos tipos de tambores e instrumentos de percusión, han sido desde hace milenios, el signo de identidad más característico de diversas culturas y tribus.

Las frecuencias sonoras producidas por estos instrumentos tienen la capacidad de transportarnos a estados de trance y de alto nivel espiritual.
Está científicamente demostrado que escuchar el ritmo monótono de los tambores facilita la producción de ondas cerebrales de rangos alfa y theta. Muchos nativos se refieren al sonido del tambor como a el latido de la tierra.
En este aspecto, es de destacar que la frecuencia de la resonancia electromagnética de la tierra, que ha sido medida en 7,5 ciclos por segundo, resulta equivalente a las ondas cerebrales theta.
Es esté repetitivo toque en el tambor y el sonido logrado el que permite a l@s chamanes alinear nuestras ondas cerebrales con el latido de la tierra.

 

Es un instrumento poderosísimo de autosanación emocional y a niveles más profundos, entramos en estado de meditación, resuena en el vientre, la mano se mueve al ritmo que impone el espiritu del tambor y uno se siente liberado. Se hace uno con el “caballo volador” formando un sólo ser , el es una parte nuestra, un instrumento de poder para elevar la consciencia y transportarse a otros planos de la realidad.  El sonido del tambor es la voz de los espíritus.
Para propiciar un estado mental que ayude a realizar el viaje chamánico, es necesario escuchar un sonido rítmico de 205 a 220 golpes por minuto. Este ritmo induce al cerebro a producir ondas cerebrales lentas, de entre 7 a 4 ciclos por segundo, o menos.
Mitológicamente, el chamán realiza la caja del tambor con un trozo del Árbol de la Vida, del Axis Mundi, proporcionado por sus guías. Estos tambores son redondos en el Norte, y de forma oval en el Sur de Siberia, hechos de piel de reno o caballo, con el bastidor de madera o de junco trenzado. El ritmo que determina el tambor al ser batido por el chamán, es acompañado por las palmadas de los presentes.
El chamán nunca abandona la percusión, elemento fundamental en todas sus ceremonias, no sólo para llamar a los espíritus sino para obtener energía vital o entrar en trance.
“En sus rituales, los chamanes sami (llamados noajdde o noaiti) utilizan el canto, acompañado por la percusión del tambor. Gracias a la monótona cadencia que genera, entran en trance para abandonar su cuerpo y acceder al mundo de los espíritus. Para acceder a él, utilizaban a modo de mapa del otro lado los dibujos del tambor, que se convierten en una suerte de guía.” Saami, los chamanes del norte
El tambor chamánico, instrumento muy corriente, ligero y fácil de manejar, se toca con un palo o con los dedos. Los tambores chamánicos suelen ser anchos y profundos para propiciar un sonido grave y prolongado. Son de formas y materiales diversos a lo largo del mundo. Algunos se realizan a base de corteza de árboles, con un parche de piel de animal. Otros son simples calabazas ahuecadas. En algunas zonas tienen un parche, en otras, dos. Algunos son rústicos, y otros están bellamente adornados con símbolos que recuerdan los viajes que el chamán realiza con ellos.
En cada lugar, los elementos naturales y culturales hacen que el tambor tenga unas u otras características. Grabación de tambores indios para llegar a estados alterados de conciencia. Una cadencia sonora utilizada por diversas tribus en toda América para conseguir estados de trance.
En numerosas tribus del continente americano, los tambores han sido, desde hace siglos, el medio más habitual utilizado por los chamanes para entrer en trance y así poder comunicarse con los espíritus. Si necesitas desconectar de la realidad cotidiana y conseguir un estado de espiritualidad más elevado estos sonidos de tambores indigenas te pueden resultar muy beneficiosos.

Publicado por Eletria by Victoria Fernandez

Mujer Medicina Tradicional Indígena y Cetera del Pueblo Zenù-Colombia.

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