Para los practicantes del Antiguo Arte, son nuestros hermanos, hijos directos de la Madre Naturaleza, los consideramos polifacéticos como ella, en ocasiones bromistas, en otras vengativos, amigables, condescendientes, domésticos o letales, según su estado de ánimo o las relaciones que establezcan con los humanos. Los conocemos como habitantes del territorio y les llamamos amorosamente “genteSigueSigue leyendo “DUENDES”
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