
Os quiero contar una experiencia de aprendizaje rebonita que viví con La Digitalis purpúrea hace algún un verano.
Como sabéis suelo moverme por muchos pueblos en Castilla la mancha, sea por correrías o sea por reconocimiento de la Naturaleza del territorio.
Ese verano de no fue la excepción, un amigo me invitó a conocer su pedanía seguro de que me encantaría y así fue, su territorio es monte Virgen, con riachuelos, fuentes naturales, un Valle maravilloso con unas vistas preciosas y fue gracias a esta visita que por fin pude toparme en CLM con la Sombrerito de Hadas que es como más me gusta llamar a la Digitalis purpúrea.
Tomamos camino sobre las 8;00 am y ya sobre las 14 hrs decidimos regresar al pueblo para visitar su Ermita que data de la Edad Media, concretamente del siglo XII y declarada Bien de Interés Cultural, con la Categoría de Monumento, de la cual os hablaré en otro post; después decidimos descansar de la excursión y tomar algo en el único bar del pueblo que esta frente a la plaza principal el cual pone las mesas bajo los árboles que están en la plaza para servir a los visitantes y personas del lugar, allí sentados le expresaba a mi amigo mi alegría por su invitación, y en especial por con ella haber podido encontrar a la sombrerito ya que solo la había visto en los Pirineos, contándole lo que de ella sabía y la medicina que con ella podía hacer, y va este me mira fijamente, pone cara maldadosa y me dice “ahora es cuando vas a aprender bien” coje se levanta se va hacia un cuarteto de mujeres conocidas suyas de toa la vida del pueblo que estaban reunidas del otro lado de la plaza bajo un almez y os juro que fue en cuestión de un pestañeo que tuve en frente a las Mayoras , no se en que momento se me vinieron encima, y les va y dice mi amigo “que me enseñen paque es que bien sirve la Chupamieles” empiezan estas a mirarme con cara de juuumm y, arrancaron a hacerme el examen de 3er grado, mi amigo descojonao de la risa, yo firme contestando to lo que bien sabía y gracias a la Diosa Madre pase el examen, siendo merecedora de saber su sabiduría, empezaron a desvelarme entre una y otras cosas la ceta que tiene la Chupamieles; empezó “la Manoli” la más mayor, diciendo que ” antes de que vaya a morir el sol” es cuando hay que arrancar “hacia …” (sentido que no desvelaré) 3 hojitas “tiernicas” para hacer “daño” , le sigue “la Pilarica” diciendo que la planta se chupa to el veneno después de esa hora que lo lleva a la raíz y lo entierra para que “las brujas no la cojan por la noche y hagan mal”, (senti justo en ese momento mi cara ser un poema) que la planta cuando ya ve la primera luz en el cielo es cuando empieza a producir nuevo veneno y lo sube y mete poco en los racimos en flor y más en las hojas, síguela “la Vicenta” diciendo que cuanto más le da el sol mas jodía es, y le prosigue “la Mary” la más joven, que si nacía entre las piedras más dulce era para los insectos o que si lo hacía en tierra amarilla o cascajos era menos mala y al unísono dando una palmada todas expresaron: “esa es la buena para las dolencias”, de repente se escuchó la bocina del camión que les reparte la fruta y víveres cada 8 días y en otro pestañeo que dí ya estaba el cuarteto al lado del camión comprando y de allí se desperdigaron a sus casas, así fue que nosotros seguimos disfrutando de una enriquecedora charla sobre los orígenes de la pedanía mientras tomaba un refrescante Gazpacho Manchego y esperábamos nos trajeran un rico plato de venao guisado procedente de la caza responsable y sostenible de dicho territorio.
Esa vez recuerdo haber afinanado mi oído al máximo grado para almacenear todo lo que pudiera en mi cabeza, sé que hubo más info pero es que “la Manoli”, “la pilarica” , “la Vicenta” y “la Mari” hablaban rápido y tan profundo el manchego que les prometo que lo aquí escrito, es lo que más recuerdo.
Ya de regreso a Toledo bajando el camino de tierra que de la pedanía lleva hacia la carretera, va la Sombrerito y se me aparece, justo a la orilla del camino y a punto de la bajada del Abuelo Sol y ¡oh bendición! era tierra amarilla , ni corta ni perezosa paré tan en seco el coche que se levantó una polvorera de miedo pero pensé “que me sirva de velo”, me le acerco respetuosamente a La Sombrerito le pido permiso a su espíritu para llevarme una parte de ella, le digo para que iba a usarla doy las gracias y rápidito arranque de forma instintiva hacia el sentido contrario que me desvelarán las Mayoras 3 de sus hojitas y las cuales en cuanto llegue a casa, me puse hacer mi ungüento Carpetano al que le añadi la Digitalis para reforzarlo y con el tratar problemas musculares entre otras cosas.
Adivinen! Mi instinto no me fallo! no sabéis lo potente y bueno que está mi ungüento!

Pd: Volveré esta Primavera porque se que me hablaron algo que se hacía con ella en esa época pero que no logro recordar bien, por lo que vale la pena volver a esa maravillosa pedanía volver a ver a Las Mayoras y aprender más!

Nota: este escrito es solo recreativo y no pretendo con él promocionar la auto-medicación o el uso de plantas sin antes consultar con tu médico de cabecera.
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