Muchos padres nos estamos encontrando con conversaciones espontáneas planteadas por nuestros hijos que nos dejan boquiabiertos, callados, o con síntomas de ignorancia y a la vez con impotencia de no poder hablar abiertamente sobre esos “temas espirituales raros” diferentes a los de nuestra creencia religiosa, simplemente porque no nos hemos molestado en conocer más allá de lo que se nos ha enseñado por la familia o en la sociedad, haciéndonos difícil mantener una conversación con nuestras pequeñas criaturas. Nos encontramos entonces ante hij@s con conocimientos profundos, con amor infinito y sensibilidades que en algunos casos nos asustan.
Es importante hoy en día como padres conocer y saber que estos niños son almas viejas, que han regresado a nuestro planeta y que de forma natural sacan sus viejos conocimientos y los muestran de tal forma que terminan siendo Maestros de padres, ayudándoles así a que abran su conciencia, su mente y a que desempolven y abran el baúl de conocimientos que traen y ayuden al planeta antes de volver a nuestra otra casa.
Normalmente estos niños despiertan su conciencia entre los 4 y los 7 años y a partir de allí su vida “normal” se convierte en especial, porque eso son ellos Especiales, que están llegando para ayudar a la transformación social, educativa, familiar y espiritual de todo el planeta, independientemente de las fronteras y de las clases sociales. Son como catalizadores para desencadenar las reacciones necesarias para las transformaciones, estos pequeños miran el mundo con serenidad, poseen una gran capacidad afectiva que les permite sentirse muy conectados con los demás y por eso a menudo se involucran pacíficamente en reclamar todo tipo de cuestiones por otras personas o por el medio ambiente, conectan profundamente con la energía de la naturaleza y a veces se molestan en espacios cerrados o con mucha gente, disfrutan estar solos y en tranquilidad, estos niños siguen llegando a la Tierra y así será, hasta que el planeta que habitamos haga su transición hacia un cambio de consciencia.
Estos pequeños guardianes, vienen a enseñarnos muchas cosas cuando hablan con los árboles, con los animales, con las plantas, con el aire, con su amigo “imaginario”, cuando lloran por la Madre Tierra, cuando le cantan, le susurran, le aman, la respetan, y tened por seguro que de mayores serán los Guardianes de la Madre Tierra y lucharán por ella, por aquellos que no tienen voz, por los mares, por los lagos, por los ríos, contra todo aquello que atente contra ella y los suyos, pero por sobre todo siempre serán Guerreros de la Conciencia a favor de la humanidad.
Si crees que tienes un pequeño guardián en casa, debes aprender a desplegar su energía y estimularlo en su misión, ayudarle a desarrollar su inteligencia y su aprendizaje respetando la forma del Ser, asi aumentaras las posibilidades de crecimiento personal tanto en èl como en ti.
Pero por favor no creas que tu hijo es más que cualquier otro niño por esto, porque el mismo te lo reprocharà, tampoco creas que es un mutante introducido entre nosotros por los extraterrestres antes que admitir que es un ser humano, dotado de libre albedrío, de memoria, inteligencia y voluntad; él o ella simplemente son almas viviendo la experiencia terrenal, con una conciencia elevada en Amor y unidad.
Así lo pidieron, asi se lo concedieron.
