En el principio era la Gran Diosa, y la Diosa era la Tierra, y la Tierra era la Diosa. Los orígenes del culto de la Gran Diosa permanecen ocultos en el borroso crepúsculo de los tiempos prehistóricos. La Diosa imperó durante centenares de miles de años. A través del tiempo, la Diosa Madre fue derrocada y expulsada, y el triunfo del más patriarcal de los arquetipos -Yavé, Dios Padre, Alá- se perfeccionó en los mundos judaico, cristiano y musulmán. A algunos aspectos de la Diosa Madre se les permitió sobrevivir en la forma domesticada de María, Madre de Dios. Algunas Vírgenes Negras de antiguos santuarios todavía dan testimonio de la Diosa Madre. La figura de Lilith representa un aspecto de la Gran Diosa. En la antigua Babilonia, fue venerada como Lilitu, Ishtar o Lamastu. La mitología judía la pone a Lilith en reinos más oscuros: un demonio perverso de la noche, una apropiada compañera de Satán, que yace en “espera de hombres y asesina niños”.
Algunas diosas madres de diferentes culturas en la Madre Tierra:
En Egipto Isis es una de las más importantes del panteón egipcio precisamente su culto fue el último en desaparecer. Su popularidad provocó que éste se siguiera celebrando aun cuando en Egipto habían sido ya prohibidas las liturgias de los restantes dioses, cerrando sus santuarios desde el año 394 d. de C. Concretamente, el templo de Isis en Filé siguió manteniendo su culto hasta los años 535-540 d. de C. (dependiendo de la cronología utilizada), cuando por orden del emperador Justiniano se convirtió en centro de liturgia cristiana.

En España existen evidencias del culto a Isis a través del mundo griego (por ejemplo en Ampurias) y romano. Este último se evidencia desde la segunda mitad del siglo I a.de C., habiéndose introducido desde Roma, a través de comerciantes y romanos instalados en Hispania y transmitido sobre todo por las mujeres. En un primer momento es de aceptación popular para luego trasladarse hasta las capas más altas de la población. Es posible que la fecha para centrar la introducción de Isis en España sea bajo Calígula o Claudio. Los últimos documentos relacionados con seguridad, en relación al culto a Isis en España, datan de la primera mitad del siglo III d. de C.
Por todo ello, debemos distinguir, en opinión del estudioso J. Alvar, entre un culto organizado, que se centra sobre todo en Emérita Augusta (Mérida), Igabrum (provincia de Córdoba) y Valentia (Valencia) y devotos ubicados principalmente en Legio (León), Astúrica Augusta (Astorga), Torre, Acci (Guadix), Saguntum (Sagunto) y Tarraco (Tarragona). Además de diversos puntos donde se han hallado algunos materiales isíacos tales como, por ejemplo, Clunia (provincia de Burgos), Segóbriga (provincia de Cuenca), Córduba (Córdoba), Itálica (provincia de Sevilla), Hispalis (Sevilla), Gades (Cádiz), Polentia (Baleares), Beniparaxet (Baleares), etc.

En Roma, la diosa de la tierra era Terra Mater o Madre Tierra. Tellus era otro nombre para Terra Mater, o una diosa tan asimilada con ella que son iguales para todos los propósitos.
Tellus fue una de las doce deidades agrícolas romanas, y su abundancia está representada por la cornucopia.
Los romanos también adoraban a Cibeles, una diosa de la tierra y la fertilidad, a quienes comparaban con Magna Mater, la Gran Madre.
Para los griegos, Gaia era la personificación de la Tierra. Ella no era una deidad olímpica, sino una de las deidades primordiales. Ella era la consorte de Urano, el cielo. Entre sus hijos estaba Chronus, el tiempo, que derrocó a su padre con la ayuda de Gaia. Otros de sus hijos, estos por su hijo, eran deidades marinas.

Para los pueblos originarios Andinos Pachamama es la Deidad primordial, su nombre procede de la lengua quechua, Pacha puede traducirse como “mundo” o “Tierra”, mientras que mama equivale a “madre”. Por eso suele explicarse que la Pachamama es, para Los Pueblos Originarios andinos, la Madre Tierra, es el centro de su cosmovisión, por lo tanto, los hombres deben cuidar a la Pachamama y rendirle tributo. La Pachamama no es únicamente el planeta (la esfera terrestre), sino que abarca mucho más. Es la naturaleza que está en contacto permanente con el ser humano, con quien incluso interactúa a través de diversos rituales.

Se entiende que la Pachamama protege a las personas y les permite vivir gracias a todo lo que le aporta: agua, alimentos, etc. Los hombres, por lo tanto, deben cuidar a la Pachamama y rendirle tributo.
El culto a la Pachamama se conoce como Pachamama Raymi y se celebra el dia 1 de Agosto, este varía de acuerdo a la etnia y en cada una también ha ido cambiando con el paso de los años. En la antigüedad se sacrificaban animales en su honor; actualmente, en cambio, es más habitual que se entierren cigarrillos, botellas de vino, hojas de coca y otros productos a modo de ofrenda. La intención es agasajar a la Pachamama para que ésta devuelva el gesto con buenas cosechas, condiciones climáticas favorables, etc.

Hoy es habitual que los quechuas, los aimaras y sus descendientes combinen el tradicional culto a la Pachamama con la religión católica, predominante en los países que conforman Abya Yala dónde se asientan. Esto hace que los rituales y las ofrendas a la Madre Tierra se desarrollen de manera paralela a otras festividades y actos típicos del cristianismo.
Ñuke Mapu: En el caso de los mapuches esta creencia recibe el nombre de Ñuke Mapu que significa literalmente Madre Tierra. Para este pueblo, a diferencia de lo que la Pachamama significa para los quechuas, la Madre Tierra no es una deidad pero sí es sumamente importante para su cultura. Este concepto no simboliza la tierra geológica sino que es una representación del mundo mapuche en la cosmografía y simboliza a su vez, la interrelación de los mapuches entre sí.Existe una profunda relación entre el ser mapuche y la naturaleza y la Pachamama simboliza el todo (mapuche + naturaleza) por eso es tan importante. La forma en la que el pueblo se comunica con este Todo es a través de los espíritus conocidos como Ngen que se encuentran en diferentes elementos de la naturaleza tales como los manantiales, los cerros y las vertientes; también los altares donde realizan sus rituales son un punto de conexión con la Ñuke Mapu.

Al comienzo de cada año el pueblo se reúne para pedir perdón por sus errores y prometer cuidar de la naturaleza y de la cultura a la que pertenecen de forma responsable. La Pachamama es la que recibe esas ofrendas y esas oraciones y consigue que todo se mantenga en equilibrio. Los mapuches creen que la vida es un estado cíclico donde el pasado y le presente cohabitan y donde el comienzo de cada año es un nuevo renacer; por eso para ellos ese comienzo de año es como un volver a empezar y proponerse mantener ese equilibrio sagrado entre pueblo y naturaleza.
Cada 1 de agosto el pueblo mapuche se reúne para agradecer a la Madre Tierra por cuidar del pueblo (aportando alimentos para todos) y realizan un acto religioso en el que se purifican y se comprometen a comportarse como verdaderos huéspedes de esta tierra, cuidando delicadamente de ella y aportando su granito de arena para que el ciclo de la vida continúe desarrollándose con normalidad. A cambio piden a la tierra buenas cosechas y protección para todos los pobladores.
En India Durga es considerada como la diosa madre suprema por algunos hinduistas, aunque Kali también es considerada una Diosa primigenia, que representa el principio femenino. Es la shakti (o ‘energía’) desencadenada del dios masculino Shiva, quien es considerado uno de sus consortes.


En Siberia Umai, también conocida como Ymai o Mai, es la diosa madre de los túrquicos siberianos. Su nombre en mongol significa Utero, la raíz turca umāy significaba placenta, y era también el nombre de la diosa cuya función era cuidar de mujeres y niños, posiblemente porque se piensa que la placenta tiene cualidades mágicas. Se la representa con sesenta trenzas doradas, que parecen rayos de sol, junto con un niño. La Madre Umay o la Madre Luna era la diosa más grande del chamán Turco. Los mongoles la conocían como Uma Khatun. Los chamanes más poderosos se llamaban los khatuns, que eran mujeres. En su período matriarcal, fue la divinidad que protegió a los bebés, las mujeres. Se cree que cuando Umai deja a un niño por un tiempo prolongado, el niño se enferma y los chamanes se involucran para llamar a Umai.

En su período matriarcal, fue la divinidad que protegió a los bebés, las mujeres embarazadas y los animales como símbolo de fertilidad y abundancia.
Para los kirguises, Umai no solo protege a los niños, sino también a las comunidades túrquicas de todo el mundo.

Un comentario en “La Diosa Madre ¿Quien es?”